Malix Editores y los escritores peninsulares en la FIL Guadalajara
Cuando surgió la idea de presentarnos en la Feria Internacional del libro en Guadalajara, fue necesario agruparnos bajo un concepto que nos abrazara a todos. Si algo caracteriza a Cancún y a los escritores peninsulares independientes, es la diversidad, encontrar un vínculo, entonces, resultaba difícil. Cuando estuvimos en la FIL 2024 entramos a una presentación en la que el tema eran perros y gatos y en realidad las autoras lo tomaron como pretexto para hablar de su obra, aunque entre ellas compartían su amor por las mascotas. Con esa idea se nos ocurrió que el título de El lenguaje del deseo era algo que todos teníamos en común, y a continuación cada uno de nosotros explicará el porqué, qué es el deseo, cuál es su utilidad.
El lenguaje del deseo: voces que se expresan en libertad
Presentación del libro Ladro, luego escribo VI
FIL GUADALAJARA 2025
El hombre es una inteligencia
deseante o un deseo inteligente.
Aristóteles
El
escritor es un especulador del deseo; ofrece experiencias, la inmersión en
mundos, cercanos o remotos, en los que, en una especie de panóptico, podemos
encarnar todas las emociones de los que ahí habitan.
El filósofo Baruch Spinoza dijo: “La
esencia del hombre es el deseo”, que surge espontáneamente como una tensión y
da origen a toda actividad humana. La literatura, por tanto, es hija del deseo.
No de la imaginación, que la precede, ni del oficio que urge después, sino de
esa pulsión recóndita que necesita eternizar lo efímero, dejar constancia de lo
vivido y lo imaginado, de lo que aún arde en el recuerdo.
En este libro confluyen veintidós plumas
independientes que, rebelándose ante cualquier censura, en medio de una
constante construcción, han encontrado en el lenguaje su forma de permanencia
y, sin esperar el cobijo de un mecenas, alzan la voz en el entendido de que, si
tienen algo que escribir, seguramente alguien necesita leerlo.
Cada
uno de los autores que se agrupan en esta antología, tiene un estilo propio y
deseos en común: la aspiración de que el momento trascienda, de que la palabra contenga
lo inabarcable, el logro de la estética —que el lenguaje sea hermoso, aunque
narre horrores—, de transmitir las preocupaciones, los miedos y las pasiones propias
haciéndolas universales. Cada uno
escribe aspirando a que la literatura no solo hable del mundo, sino que lo
transforme, que nombre lo innombrado y recuerde lo que la historia oficial
olvida.
Estas páginas son testimonio de esa
pulsión compartida. Aquí habitan relatos, poemas, ensayos y fragmentos que además
de celebrar la diversidad literaria, anuncian con firmeza que hay voces que no
piden permiso cuando sienten el ímpetu de expresarse; quien nace escritor, escribe
porque lo necesita —sea o no publicado—, pues no concibe otra manera de estar
en el mundo.
Este libro es una invitación a que el
lector sea cómplice; que entre al relato y vea en su rostro reflejada una
sonrisa, una lágrima o una mueca de desconcierto. Porque al final, escribir no
es más que eso: el deseo permanente de que el lenguaje provoque una emoción.
Mariel
Turrent Eggleton
Cancún, Quintana Roo
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