Lo que no he dicho de Beatriz Rivas
“¿Se imaginan
hacer lo mismo (que las lagartijas con su cola) con nuestro corazón? Arrancárnoslo a propósito y dejárselo
a quien lo ha destrozado. Mientras esa persona trata de repararlo y se afana en
el intento, nosotros ya estaremos lejos, dormitando tranquilos, en espera de
que nos crezca un corazón nuevo que no tenga, en sus músculos apenas nacidos,
cicatriz alguna.”
“Hay muertos muy
muertos. De tan muertos que ya no están. Pro hay otros no tan muertos: no se
han ido del todo y nos visitan en las noches”.
“A veces, mi mente
en duelo los convoca en las noches y sueño con ellos. Dialogamos sin palabras.
Me entregan calor y cariño. Vuelvo a sentirme acompañada. Entro a la magia de
la ficción. Deseo creer.”
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